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38 Semana de música antigua de Álava
Daniel Zapico, tiorba
NOTAS
Desde el primer contacto con la tiorba supe que sería mi instrumento. La profundidad en sus bajos y su sonido envolvente detienen el tiempo de manera hipnótica.
El repertorio para tiorba no es demasiado amplio si se compara con contemporáneos suyos como la guitarra o el laúd; sin embargo, es muy interesante observar cómo se desarrolló y exploró a lo largo de su breve existencia. Si nos ceñimos al Barroco francés encontramos en el manuscrito de Jean-Etienne Vaudry de Saizenay (París, 1699) la fuente musical más importante para este instrumento. Hace años que deseo expresar mi entendimiento de esta música con un proyecto muy distinto a lo que he hecho hasta ahora a solo o en conjunto: un recital de música francesa para tiorba con nuevas transcripciones de obras vocales e instrumentales.
Hoy en día hemos avanzado enormemente en el campo de la interpretación con criterios históricos, tanto en la construcción de réplicas de instrumentos como en la elaboración de sus cuerdas, en la ornamentación, en los temperamentos y en multitud de aspectos más. No obstante, una de las prácticas más habituales de la época sigue estando aletargada y son pocos los intérpretes que le dedican la atención que se merece: la transcripción, capaz de revelar temas conocidos de una forma totalmente distinta, como descubrir una pieza orquestal en un solo instrumento. A través de ella podemos mostrar nuestra propia visión de la obra.
Si nos fijamos en el manuscrito de Saizenay nos daremos cuenta de la importancia que tuvo esta práctica. De por sí, el propio manuscrito es una fuente que recopila música de diversos autores como François Couperin y Jean-Baptiste Lully, entre otros célebres contemporáneos. Esta copia fue elaborada al menos por cuatro escribas a lo largo de varios periodos. De Robert de Visée se conservan diferentes versiones de sus piezas para distintos instrumentos. Cuando las comparamos observamos la esencia de su música y cómo la moldeaba para cada uno de ellos buscando la singularidad de su carácter, sin limitarse a una mera colocación de los sonidos en la tablatura.
Sobre esta práctica nace Au monde, una extensión del manuscrito que continúa con el arte de la transcripción añadiendo, con todo el respeto, nuevas páginas a tan hermoso libro. El programa incluye transcripciones para tiorba de Michel Lambert, Antoine Forqueray, Jean-Baptiste Lully, François Couperin, Robert de Visée y Du Buisson. Desde piezas instrumentales originales para clave, viola da gamba o guitarra hasta obras vocales con acompañamiento o arias de ópera. El reencuentro de una práctica olvidada.
Daniel Zapico