Las Cuatro EstacionesCuadernos de JazzDisco: Le Quattro Stagioni · The Four Seasons02 de julio de 2012Asà el apasionamiento se vuelve visceral y lo que antes eran arpegios ornamentales ahora son ataques violentos. El carácter melodramático y teatral inherente a un autor postmonteverdiano se funde con el devenir del paisaje al paso de las estaciones Las Cuatro Estaciones es la pieza más célebre de un repertorio como el de Vivaldi (1678-1741) que aún hoy sigue creciendo con nuevos descubrimientos documentales y en interés por ser una pieza clave entre dos genios como Bach y Haendel cuya producción está sobradamente catalogada e interpretada. Dicho lo cual, la importancia de esta edición de W&W despierta el interés de cualquier aficionado curioso, aunque sea mucho más golosa para los pertenecientes al mundo clásico. Dos serÃan los puntos fuertes de esta producción, además de configurar su estructura discursiva. En el primero de ellos la ejecución que realiza el conjunto instrumental especializado en ese periodo Forma Antiqva, registro en directo desde el Festival de Música y Danza de Granada en julio del año pasado. La otra, distribuida a lo largo del disco en varios interludios, estarÃa la lectura metafórica que tanto Bleckmann como Uri Caine realizan. Lo interesante de la convivencia de ambos mensajes (uno acústico y el otro con frondosidad electrónica) es la presencia de la Naturaleza y su metamorfosis estacional con acentos apasionados. La versión de Aitor Hevia - primer violÃn- y los hermanos Zapico -Aarón como director musical y clavicinista- parte de un criterio historicista en cuanto al sonido pero se dirÃa que contemporáneo en su interpretación. El descubrimiento de una música tan familiar para el oÃdo como esta famosa pieza se produce al ceder a la Naturaleza un protagonismo basado en su poder desnudo. Asà el apasionamiento se vuelve visceral y lo que antes eran arpegios ornamentales ahora son ataques violentos. El carácter melodramático y teatral inherente a un autor postmonteverdiano se funde con el devenir del paisaje al paso de las estaciones. Pero si esa dramaturgia se acentúa con una agresividad que ensucia los perfiles y unos silencios inusualmente largos, la ornamentación se recrea en espacios de improvisación que las partituras barrocas encierran. El contraste es la clave en este disco, como lo es entre invierno y primavera. La mano embellecedora del hombre queda asà matizada. Las metáforas afloran con los espacios de Bleckmann/Caine, segmentos de extraña exuberancia, de una naturaleza que ha cambiado su color. Se viven como reflexiones, miradas indiscretas que desafÃan con su presencia el discurrir vivaldiano. Esos detalles descriptivos y alegóricos, lo son también algunos instrumentos de Forma Antiqva, impulsan la evocación de imágenes, redundando en la fórmula audiofilms que produce este sello. Todo resuena alrededor. |